Oh Dios, que al consagrar el pacto matrimonial nos
muestras la unidad espiritual entre Cristo y su Iglesia:
Otorga tu bendición a estos tus siervos Victor y Marivel, para que se
amen, se honren y se cuiden, con fidelidad y paciencia,
con sabiduría y verdadera santidad, de tal manera que
su hogar sea un puerto de bendición y de paz; por
Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el
Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén
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