martes, 26 de marzo de 2013

Domingo de Ramos 2013

Bendito el Rey que viene en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en las alturas.
Asístenos misericordiosamente con tu ayuda, Señor Dios de nuestra salvación, para que entremos con júbilo a la contemplación de aquellos hechos poderosos, por medio de los cuales nos has concedido vida e inmortalidad; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Es justo alabarte, Dios omnipotente, por los hechos de amor, mediante los cuales nos has redimido por tu Hijo Jesucristo nuestro Señor. En este día entró triunfalmente en la santa ciudad de Jerusalén, y fue proclamado Rey de reyes por los que extendieron sus mantos y tendieron ramas de palmera por el camino. Haz que estos ramos sean para nosotros signo de su victoria, y concede que quienes los llevamos en su nombre le aclamemos siempre como nuestro Rey y le sigamos por el camino que conduce a la vida eterna; quien vive y reina en gloria contigo y el Espíritu Santo, ahora y por siempre. Amén.

Dios todopoderoso, cuyo muy amado Hijo no ascendió al gozo de tu presencia sin antes padecer, ni entró en gloria sin antes ser crucificado: Concédenos, por tu misericordia, que nosotros, caminando por la vía de la cruz, encontremos que ésta es la vía de la vida y de la paz; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Dios omnipotente y eterno, en tu tierno amor hacia el género humano, enviaste a tu Hijo nuestro Salvador Jesucristo para asumir nuestra naturaleza, y padecer muerte en la cruz, mostrándonos ejemplo de su gran humildad: Concédenos, en tu misericordia, que caminemos por el sendero de su padecimiento y participemos también en su resurrección; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.


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