lunes, 1 de febrero de 2010

SANTA EUCARISTÍA

Dios omnipotente, para quien todos los corazones están
manifiestos, todos los deseos son conocidos y ningún
secreto se halla encubierto: Purifica los pensamientos de
nuestros corazones por la inspiración de tu Santo Espíritu,
para que perfectamente te amemos y dignamente
proclamemos la grandeza de tu santo Nombre; por Cristo
nuestro Señor. Amén.
LOC página 278

Jesús dijo: "Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiera de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mi permanece y yo en él".
San Juan 6:51, 55-56

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