lunes, 28 de abril de 2014

Escenificación Camino De La Cruz Bíblico (Vía Crucis)


JESÚS ES CONDENADO POR PILATO
Pilato reunió a los jefes de los sacerdotes, a las autoridades y al pueblo, y les dijo: —Ustedes me trajeron a este hombre, diciendo que alborota al pueblo; pero yo lo he interrogado delante de ustedes y no lo he encontrado culpable de ninguna de las faltas de que lo acusan. Ni tampoco Herodes, puesto que nos lo ha devuelto. Ya ven, no ha hecho nada que merezca la pena de muerte. Lo voy a castigar y después lo dejaré libre. Pero todos juntos comenzaron a gritar: —¡Fuera con ese! ¡Déjanos libre a Barrabás! A este Barrabás lo habían metido en la cárcel por una rebelión ocurrida en la ciudad, y por un asesinato. Pilato, que quería dejar libre a Jesús, les habló otra vez; pero ellos gritaron más alto: —¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! Por tercera vez Pilato les dijo: —Pues ¿qué mal ha hecho? Yo no encuentro en él nada que merezca la pena de muerte. Lo voy a castigar y después lo dejaré libre. Pero ellos insistían a gritos, pidiendo que lo crucificara; y tanto gritaron que consiguieron lo que querían. Pilato decidió hacer lo que le estaban pidiendo; así que dejó libre al hombre que habían escogido, el que estaba en la cárcel por rebelión y asesinato, y entregó a Jesús a la voluntad de ellos. Lucas 23:13-25
Oremos.........Mira con bondad, te suplicamos, Dios omnipotente, a esta tu familia, por la cual nuestro Señor Jesucristo aceptó ser traicionado y entregado a hombres crueles, y sufrir muerte en la cruz; quien vive ahora y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Entonces Pilato dejó libre a Barrabás;
JESUS ES AZOTADO Y CORONADO CON ESPINAS
Luego mandó azotar a Jesús y lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al palacio y reunieron toda la tropa alrededor de él. Le quitaron su ropa, lo vistieron con una capa roja y le pusieron en la cabeza una corona tejida de espinas y una vara en la mano derecha. Luego se arrodillaron delante de él, y burlándose le decían: —¡Viva el Rey de los judíos! También lo escupían, y con la misma vara le golpeaban la cabeza. Después de burlarse así de él, le quitaron la capa roja, le pusieron su propia ropa y se lo llevaron para crucificarlo. Mateo 27:26-31

O Dios, que antes de la pasión de tu unigénito Hijo, revelaste su gloria en el monte santo: Concédenos que, al contemplar por fe la luz de su rostro, seamos fortalecidos para llevar nuestra cruz y ser transformados a su imagen de gloria en gloria; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Señor Dios, cuyo bendito Hijo nuestro salvador entregó su cuerpo a los azotes y su rostro a esputo: Otórganos tu gracia para soportar gozosamente los sufrimientos de esta vida temporal, confiados en la gloria que ha de ser revelada; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

JESÚS TOMA SU CRUZ
Jesús salió llevando su cruz, para ir al llamado “Lugar de la Calavera” (que en hebreo se llama Gólgota). Juan. 19:17 Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios. Hebreos 12:2
Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. Filipenses 2:5-8
Oremos................Dios omnipotente, cuyo amado Hijo sufrió voluntariamente la agonía e ignominia de la cruz por nuestra redención; Danos valor para tomar nuestra cruz y seguirle; quien vive y reina ahora y por siempre. Amén


JESÚS ES AYUDADO POR SIMÓN Y CARGA LA CRUZ
Cuando llevaron a Jesús a crucificarlo, echaron mano de un hombre de Cirene llamado Simón, que venía del campo, y lo hicieron cargar con la cruz y llevarla detrás de Jesús. Lucas 23:26 Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Mateo 16:24-26
Oremos............Padre celestial, cuyo bendito Hijo vino no para ser servido sino para servir: Bendice a todos aquellos que, siguiendo sus huellas, se entregan al servicio de los demás; para que, con sabiduría, paciencia y valor, ministren en su Nombre a los que sufren, a los necesitados y a los que no tienen amigos; por amor de aquél que entregó su vida por nosotros, tu Hijo nuestro Salvador Jesucristo. Amén.


JESÚS SE ENCUENTRA CON MUJERES DE JERUSALÉN
Mucha gente y muchas mujeres que lloraban y gritaban de tristeza por él, lo seguían. Pero Jesús las miró y les dijo: —Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí, sino por ustedes mismas y por sus hijos. Porque vendrán días en que se dirá: ‘Dichosas las que no pueden tener hijos, las mujeres que no dieron a luz ni tuvieron hijos que criar.’ Entonces comenzará la gente a decir a los montes: ‘¡Caigan sobre nosotros!’, y a las colinas: ‘¡Escóndannos!’ Porque si con el árbol verde hacen todo esto, ¿qué no harán con el seco? Lucas 23:27-31
JESÚS ES CRUCIFICADO
También llevaban a dos criminales, para crucificarlos junto con Jesús. Cuando llegaron al sitio llamado La Calavera, crucificaron a Jesús y a los dos criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda. [Jesús dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.”] Y los soldados echaron suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús. La gente estaba allí mirando; y hasta las autoridades se burlaban de él, diciendo: —Salvó a otros; que se salve a sí mismo ahora, si de veras es el Mesías de Dios y su escogido. Los soldados también se burlaban de Jesús. Se acercaban y le daban a beber vino agrio, diciéndole: —¡Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo! Y había un letrero sobre su cabeza, que decía: “Este es el Rey de los judíos.” Lucas 23:32-38
Oremos ............. Señor Jesucristo, tú extendiste tus brazos amorosos sobre el cruel madero de la cruz, para estrechar a todos los seres humanos en tu abrazo salvador: Revístenos con to Espíritu de tal manera que, extendiendo nuestras manos en amor, llevemos a quienes no te conocen a reconocerte y amarte; por amor de tu Nombre. Amén.
 Oremos ........Dios omnipotente y eterno, en tu tierno amor hacia el género humano, enviaste as tu Hijo nuestro salvador Jesucristo para asumir nuestra naturaleza, y padecer muerte en la cruz, mostrándonos ejemplo de su gran humildad: Concédenos, en tu misericordia, que caminemos por el sendero de su padecimiento y participemos en su resurrección; que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


JESÚS PROMETE EL REINO AL LADRÓN PENITENTE
Uno de los criminales que estaban colgados, lo insultaba: —¡Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y sálvanos también a nosotros! Pero el otro reprendió a su compañero, diciéndole: —¿No tienes temor de Dios, tú que estás bajo el mismo castigo? Nosotros estamos sufriendo con toda razón, porque estamos pagando el justo castigo de lo que hemos hecho; pero este hombre no hizo nada malo. Luego añadió: —Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar. Jesús le contestó: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas 23:39-43
JESÚS ENTREGA A MARÍA A JUAN
Después que los soldados crucificaron a Jesús, recogieron su ropa y la repartieron en cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también la túnica, pero como era sin costura, tejida de arriba abajo de una sola pieza, los soldados se dijeron unos a otros: —No la rompamos, sino echémosla a suertes, a ver a quién le toca. Así se cumplió la Escritura que dice: “Se repartieron entre sí mi ropa, y echaron a suertes mi túnica.” Esto fue lo que hicieron los soldados. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre. Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa. Juan 19:23-27

Oremos ........ Dios todopoderoso, que por nuestra redención entregaste a tu unigénito Hijo a muerte de cruz, y por su resurrección gloriosa nos liberaste del poder de nuestro enemigo: Concédenos morir diariamente al pecado de tal manera de que, en el gozo de su resurrección, vivamos con él; que vive y reina ahora y por siempre. Amén.
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda la tierra quedó en oscuridad. A esa misma hora, Jesús gritó con fuerza: “Elí, Elí, ¿lema sabactani?” (es decir: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”) Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron: —Este está llamando al profeta Elías. Al momento, uno de ellos fue corriendo en busca de una esponja, la empapó en vino agrio, la ató a una caña y se la acercó para que bebiera. Pero los otros dijeron: —Déjalo, a ver si Elías viene a salvarlo. Jesús dio otra vez un fuerte grito, y murió. En aquel momento el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló, las rocas se partieron y los sepulcros se abrieron; y hasta muchas personas santas, que habían muerto, volvieron a la vida. Entonces salieron de sus tumbas, después de la resurrección de Jesús, y entraron en la santa ciudad de Jerusalén, donde mucha gente los vio. Cuando el capitán y los que estaban con él vigilando a Jesús vieron el terremoto y todo lo que estaba pasando, se llenaron de miedo y dijeron: —¡De veras este hombre era Hijo de Dios! Mateo 27:45-54

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